Ambos técnicos dispusieron que sus equipos arranquen con el mismo sistema, un 4-4-2, destacándo la lucha por controlar el mediocampo y las pocas ocasiones de peligro generadas durante la primera mitad en la que San Martín fue quien logró romper la monotonía por medio de Christian Cueva y sus incursiones por derecha. Comenzado el segundo tiempo, el equilibrio de los cuadrados impuestos en la volante de ambos equipos se vió desbalanceado a favor de Cobresol, porque la expulsión de Julio Moreyra obligó al técnico Aníbal Ruiz a sacar a uno de sus volantes creativos para poder reacomodar su defensa. Sin embargo, los locales no pudieron generar claras jugadas de peligro limitándose a los remates de larga distancia y alguna que otra escapada de los delanteros.